En cuanto terminaron de cenar se escucho un gran esruendo y el mercader, llrando, dijo a su pobre hija que se acercaba la Bestia. No pudo la Bella evitar un estremecimiento cuando vio su horrible figuraa, aunque procuro disimular su miedo, e al interrogarlo el monstruo sobre si la habian obligado o si venia por su propia voluntad, ella le respondio que si, temblando, que decision propia.
En cuanto terminaron de cenar se escucho un gran esruendo y el mercader, llrando, dijo a su pobre hija que se acercaba la Bestia. No pudo la Bella evitar un estremecimiento cuando vio su horrible figuraa, aunque procuro disimular su miedo, e al interrogarlo el monstruo sobre si la habian obligado o si venia por su propia voluntad, ella le respondio que si, temblando, que decision propia.